Dos estudios publicados en los últimos días han vuelto a insistir en la idea de que una dieta rica en manzanas y tomates es muy aconsejable para reducir el riesgo de contraer determinados tipos de cáncer, al tiempo que ayuda a prevenir los ataques al corazón. En concreto, los tomates reducirían el riesgo de sufrir cáncer de mama en mujeres posmenopaúsicas y una manzana diaria podría evitar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Según un estudio del Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism y recogido por el diario ABC, una dieta rica en tomates ayuda a mantener estables las hormonas encargadas de regular la grasa y el azúcar del cuerpo humano ya que el riesgo de cáncer de mama aumenta en las mujeres posmenopáusicas a medida que se incrementa su índice de masa corporal. En este sentido también ayuda a prevenir la obesidad.
El tomate es rico en licopeno, un pigmento vegetal y responsable del color rojo del tomate y de otras frutas como por ejemplo la sandía. En anteriores estudios ya se comprobó que el consumo de licopeno reduce la posibilidad de sufrir cáncer, sobre todo de pulmón, próstata y tracto digestivo. Al ser un antioxidante también es beneficioso para prevenir enfermedades cardiovasculares, además de retrasar el envejecimiento.
Por otra parte, el viejo refrán inglés “one apple a day keeps the doctor away” (una manzana al día mantiene alejado al doctor) no pierde actualidad. También el diario ABC, recogiendo un estudio del British Medical Journal, afirma que “tomar una manzana diaria a la edad de 50 años o más podría prevenir o demorar alrededor de 8.500 muertes cardiovasculares, como los ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares cada año en Reino Unido.” La manzana, además de contener antioxidantes, es rica en pectina, que ayuda a disolver el colesterol y es buena para la diabetes.
Nadie duda ya de las ventajas de consumir frutas y verduras con asiduidad. La Organización Mundial de la Salud asegura que está científicamente probado que el consumo de al menos cinco raciones entre frutas y hortalizas al día contribuye a la disminución del riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles
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